MAS VILELLA Negre 2020
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DESCRIPCIÓN
Mas Vilella Negre 2020 es una expresión auténtica del terroir de La Bisbal del Penedès, elaborado en una masía del siglo XVI restaurada y convertida en bodega por el viticultor Albert Jané. Este vino procede exclusivamente de la finca Mas Vilella, donde se cultivan variedades tradicionales y adaptadas como el Cabernet Sauvignon y la Sumoll, en condiciones de agricultura ecológica certificada.
La finca, situada en una suave ladera a 220 metros sobre el nivel del mar, está rodeada de bosques mediterráneos y suelos franco-arcillosos con presencia de caliza. El clima es seco, con importantes contrastes térmicos entre el día y la noche, lo que permite una maduración lenta y equilibrada de las uvas. Los viñedos se trabajan manualmente y con el máximo respeto por el entorno, sin herbicidas ni productos sistémicos, siguiendo principios de sostenibilidad y mínima intervención.
La cosecha se realiza de forma manual en pequeñas cajas, seleccionando únicamente los racimos más sanos. Tras una fermentación espontánea con levaduras autóctonas, el vino se cría durante 14 meses en barricas grandes de roble francés de varios usos y, posteriormente, reposa en botella antes de salir al mercado. Todo el proceso se lleva a cabo en la misma finca, en depósitos subterráneos y espacios donde conviven tradición y modernidad.
Mas Vilella Negre 2020 no es solo un vino, sino el resultado de una filosofía vitivinícola centrada en el origen, la identidad y el respeto por la tierra. Con una producción limitada y numerada, representa la apuesta por vinos honestos, arraigados al paisaje y capaces de contar la historia del lugar donde nacen.
CATA

Color rojo cereza profundo con reflejos granate. Brillante y limpio, con capa media-alta.

Aromas intensos y complejos que combinan fruta negra madura (ciruela, mora) con notas especiadas, balsámicas y toques de monte bajo. Se perciben sutiles matices de cacao, tabaco y tierra húmeda, procedentes de su crianza en roble francés.

Entrada amable y sedosa, con taninos finos y bien integrados. Destaca por su equilibrio entre frescura y estructura, con una acidez viva que alarga el paso por boca. Final persistente, con recuerdos minerales y ligeramente ahumados.