Bodegas y Viñedos Sei Solo
Año de fundación | 2007 |
País | |
Uvas | |
Regiones |
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93
PEÑÍN
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95
PEÑÍN
En SEI SOLO tuvimos el objetivo desde su fundación de elaborar la Tempranillo de la Ribera del Duero (Tinto Fino) de una manera personal de modo que, en vez de obtener vinos potentes, muy tánicos y con gran presencia de la madera, consiguiéramos una gran finura, con matices propios de la uva, que reflejasen el personalísimo estilo de los viñedos de La Horra.
Para ello de 2007 a 2011 estuvimos probando varias ideas de elaboración, fermentando en cuatro depósitos de 2.000 litros de madera, con proporciones variables de raspón en el encube, con remontados y pigeage, sin añadir vino de prensa, efectuando la maloláctica a muy baja temperatura a lo largo de varios meses y utilizando exclusivamente barricas de dos o más años de uso, de 228 y de 600 litros.
Esos cuatro años de búsqueda de un estilo personal nos dieron, a través de lo que nos gustaba y de lo que descartábamos de las diferentes elaboraciones, la experiencia y la visión del tipo de vino que deseábamos elaborar.
Finalmente, en 2011 pusimos el primer vino en el mercado y hasta el 2018 mantuvimos esa manera de elaborar.
Desde el año 2015 se ha unido al proyecto mi hijo Michael, quien tras acabar sus estudios de Enología y Viticultura y trabajar en Borgoña, Burdeos y Nueva Zelanda, fue formado en AALTO la filosofía de Mariano García (Mariano fue 30 años director técnico y enólogo de Vega Sicilia) hasta que en 2018 el proyecto SEI SOLO salió a una sede propia e inició una nueva etapa.
A partir de la vendimia 2018, con el traslado de la bodega a las nuevas instalaciones en Roa de Duero, hemos afinado aún más nuestra filosofía de trabajo en las viñas y en la bodega y estamos satisfechos con los resultados. Nos centramos cada año más en los viñedos de La Horra, elaborando por parcelas en depósitos de acero inoxidable de diferentes capacidades, efectuando fermentaciones muy respetuosas con la uva, sin alcanzar altas temperaturas y buscando simplemente un desarrollo armónico del proceso, sin grandes intervenciones.
Si bien el trabajo de mejorar más y más los vinos es, afortunadamente, un trabajo que no acaba jamás y que se perpetúa a través de varias generaciones de elaboradores.