COMPASS BOX THE PEAT MONSTER SCOTCH

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DESCRIPCIÓN
Compass Box The Peat Monster es una declaración audaz de lo que significa explorar los límites del whisky escocés contemporáneo. Elaborado por la reconocida casa independiente Compass Box, este blended malt representa una visión moderna del whisky ahumado: potente, expresivo, pero también cuidadosamente equilibrado y profundamente sofisticado.
Diseñado para quienes buscan intensidad sin sacrificar elegancia, The Peat Monster combina maltas seleccionadas de algunas de las regiones más emblemáticas de Escocia, incluidas Islay y las Highlands costeras. Cada componente ha sido escogido no solo por su carácter individual, sino por cómo se entrelaza dentro de una mezcla magistral que transmite profundidad, estructura y personalidad.
Este whisky no es una interpretación sutil del humo: es una celebración decidida de su presencia. Pero donde muchos whiskies turbados se enfocan únicamente en la fuerza, The Peat Monster logra un equilibrio fascinante entre potencia aromática y una sorprendente armonía. Es un ejemplo claro de la filosofía de Compass Box: crear whiskies con transparencia, creatividad y una búsqueda constante de belleza sensorial.
La elaboración prescinde de colorantes artificiales y no utiliza filtrado en frío, permitiendo que el espíritu conserve toda su textura y autenticidad. Embotellado al 46% de volumen alcohólico, ofrece la intensidad justa para expresar su carácter sin perder definición.
The Peat Monster no es solo un whisky para aficionados del humo; es una experiencia diseñada para desafiar expectativas, provocar conversación y dejar una impresión duradera. Una obra moderna que rinde homenaje a las raíces más salvajes del whisky escocés, con una ejecución impecable que solo Compass Box podía lograr.
CATA

Color ámbar dorado natural, con reflejos cobrizos y un matiz ligeramente bronceado. Brillante y limpio, con buena densidad en copa. Al moverlo, deja lágrimas lentas y persistentes, lo que sugiere cuerpo medio a pleno.

Impactante desde el primer momento, con una turba dominante pero refinada. Se perciben notas de humo de leña, ceniza fría y yodo, características de las maltas de Islay. A medida que se abre en la copa, emergen toques cítricos, cera de abejas y un fondo salino, con sugerencias sutiles de vainilla y un dejo floral que equilibra la intensidad del ahumado.

Entrada cálida y rica, con un cuerpo medio a pleno. La turba está presente de forma envolvente pero no agresiva, dejando espacio para sabores dulces de malta tostada, especias suaves (como pimienta blanca) y un carácter ligeramente cremoso. Aparecen matices de madera, cuero y un toque mineral, con un desarrollo complejo pero accesible.