Bodega Pago de los Capellanes
Año de fundación | 1996 |
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2022
Agotado14,59€Precio unitario /Agotado
En el corazón de la Ribera del Duero y en las laderas de Valdeorras, ponemos en práctica la forma más bella de amar un lugar: elaboramos vinos llenos de naturaleza, energía y emoción.
Desde la cuesta Manvirgo hasta el curso sereno del Duero, la zona más reconocida de la denominación. Una constelación de parcelas de viña autóctona en la campiña de Pedrosa, en las lomas de Mambrilla, en las cuestas de La Horra y de Gumiel. Este es nuestro origen, esta es nuestra Ribera.
El clima extremo
Somos a la vez vergel de viña y adusto altiplano, y este contraste tan dispar tiene un claro espejo en el clima de extremos. En plena maduración, la insólita amplitud de temperaturas entre los días tórridos y las noches frías explica el carácter de las uvas, sometidas a un esfuerzo del que surge su impresionante equilibrio.
Los suelos idóneos
Un suelo calcáreo de arcilla, arena y grava apoya la vida de las cepas de tempranillo, variedad que localmente conocemos como tinto fino. Este tipo de terreno aporta un buen drenaje y reservas adecuadas de hidratación y temperatura para imprimir en los vinos una marca de terciopelo y mineral.
Viticultura de respeto
El vino se elabora en el viñedo, y es en el viñedo donde ponemos todo nuestro esfuerzo para expresar con transparencia y honestidad la personalidad única del lugar. Siguiendo la mejor tradición de nuestros orígenes, el manejo de la viña es minucioso, consciente del entorno y comprometido con la diversidad y riqueza de los ecosistemas.
Precisión en el campo
Cada viña es única y en cada parcela desarrollamos una viticultura a medida. El laboreo depende de las condiciones específicas de sus suelos tanto como de las características climáticas del añada. En el tramo final del ciclo, observamos y cuidamos el viñedo exhaustivamente para garantizar su salud y equilibrio. Seleccionamos la uva en el campo, vendimiamos a mano y buscamos preservar la máxima tipicidad y calidad.
El reino de la estructura
En la viña, una cosecha seleccionada, precisa y limitada. En la bodega, unos procesos de fermentación y maduración cuidadosos. Y a lo largo del tiempo, una constatación se renueva cada añada: la energía tánica de nuestros vinos tintos trabaja para coronar una estructura singular, única. La esencia de una fuerza fina, limpia y viva.