MILLTON Te Arai Chenin Blanc 2021
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DESCRIPCIÓN
El Millton Te Arai Chenin Blanc 2021 procede del viñedo Te Arai, ubicado en la región de Gisborne en la costa este de la Isla Norte de Nueva Zelanda. Esta finca, establecida en 1984 por James y Annie Millton, fue pionera en prácticas ecológicas y biodinámicas en el país: alcanzaron la certificación orgánica Bio‑Gro en 1986 y la Demeter en 2009 .
El viñedo se encuentra a unos 5 km del mar, en suelos ricos en limo aluvional y sometidos a la bruma otoñal generada por el arroyo Te Arai. Este microclima húmedo favorece una ligera incidencia de botrytis y una maduración prolongada, ideal para realzar la complejidad del Chenin Blanc.
La vendimia 2021 se realizó manualmente con metas múltiples (hasta cuatro pasadas por cepa) para asegurar la máxima precisión en la selección. Tras la cosecha, los tallos se descartaron antes del prensado lento y suave, con el objetivo de preservar los delicados sedimentos y nutrientes que intensifican la fermentación natural .
La fermentación y crianza se desarrollaron en demi‑muids (barricas de 600 L de roble) y depósitos de acero inoxidable, manteniendo un perfil limpio y sin influencia agresiva del roble. El vino obtuvo su claridad final de forma completamente natural, sin filtración ni clarificación implementada en la bodega .
Desde su lanzamiento, este Chenin Blanc ha sido reconocido como un referente del varietal fuera del Valle del Loira, destacando por su capacidad de envejecimiento gracias a su delicada gestión y la pureza del terruño . La añada 2021, específicamente, incorpora prácticas cuidadosas que reflejan el compromiso de Millton con la viticultura respetuosa del entorno y una expresión fiel del sitio.
MARIDAJE
CATA

A la vista se presenta con un atractivo color amarillo pajizo con reflejos dorados, limpio y brillante, que anticipa frescura y cierta complejidad.

En nariz despliega un abanico aromático delicado y expresivo: notas de manzana verde, pera fresca y membrillo, acompañadas de toques cítricos como la lima y la piel de limón. Aparecen también sutiles notas florales (flores blancas) y un matiz mineral que recuerda a piedra húmeda, aportando elegancia y profundidad.

En boca se muestra vibrante y fresco, con una acidez viva que aporta tensión y alarga el recorrido. Su textura es sedosa, con un ligero volumen que equilibra la viveza del vino. En el retrogusto reaparecen las notas frutales y minerales, dejando una sensación persistente, limpia y muy placentera.